* Pepe Naranjo y Patricio "Pato" Araujo, campeón mundial
* Dos de octubre no se olvida, por tres razones históricas
COMALA, COL. 1 Octubre 2010 (PN).- Año con año, la consigna "2 de octubre no se olvida", que se ha convertido en un grito de batalla por estudiantes y sociedad civil, retumba con fuerza en muchos estados de nuestro país, para no olvidar aquella abominable cuan brutal represión estudiantil que el gobierno de la época hizo en contra de miles de personas, en su mayoría jóvenes en la Plaza de las Tres Culturas, que ha pasado a las páginas negras de nuestra historia como "La Matanza de Tlatelolco".
Así pues, año tras año desde aquel fatídico 1968 (en que nuestro país fue sede de los Juegos Olímpicos que inauguró con el encendido del fuego por parte de Enriqueta Basilio, quien tuvo el alto honor de ser la primera mujer que prendía el pebetero), el clamor y la sed de justicia que hacen los familiares de las víctimas y la comunidad estudiantil en general que aún reclama aquella afrenta, sigue tan vigente como entonces.
Sin embargo, desde hace cinco años -aquel domingo 2 de octubre de 2005-, el sentido de esa frase cobró una nueva y significativa connotación, ya no de violencia ni de muerte, sino de victoria en el terreno deportivo, cuando un grupo de jovencitos mexicanos (a los que luego la televisión y demás medios de comunicación identificarían como los "Niños Héroes", calificativo que en mi particular opinión considero una falta de respeto a aquellos cadetes del Colegio Militar que realizaron la gesta de defender a costa de su propia vida el Castillo de Chapultepec, ante el invasor extranjero), al mando del entrenador Chucho Ramírez, se adjudicaron el titulo de campeones mundiales de futbol juvenil.
"La Generación Dorada" le llamaron otros medios de manera más mesurada y apropiada, de la que sobresalieron un selecto grupo de jugadores que hoy se encuentran en los clubes de Primera División Profesional en México, e incluso algunos en el extranjero, aunque otros más se perdieron irremediablemente en las categorías inferiores de ascenso, no por falta de cualidades, que todos las tenían y las demostraron, sino por una serie de circunstancias e imponderables que van desde la indiferencia de los directivos de sus clubes, al dar prioridad a extranjeros o a jugadores nacionales ya consagrados.
Hubo casos de lesiones delicadas que impidieron el desarrollo pleno de sus cualidades, e incluso no faltaron también los casos de otros jugadores -ellos mismos lo han confesado públicamente-, que pensaron equivocadamente que con el título obtenido en Perú ante Brasil en la gran final, tendrían todas las puertas abiertas. Hay también quienes dejaron de entrenar, se dedicaron a las fiestas y al consumo del alcohol (para variar, el eterno problema de los futbolistas mexicanos) y frustraron sus carreras que apuntaban hacia el éxito deportivo y por tanto económico.
Hoy, los casos más destacados de esa generación de futbolistas juveniles mexicanos los representan elementos como Giovanni Dos Santos, Carlos Vela, Efraín Juárez, Héctor Moreno -todos ellos en el futbol extranjero-, aunque ninguno de ellos al nivel de la nueva joya de nuestro balompié: Javier "Chicharito" Hernández, figura indiscutible con su club de origen -Chivas-, en la Selección Nacional Mayor y ahora en su nuevo equipo, el Manchester United de Inglaterra, en donde cayó de pie, haciendo goles y siendo ya referente importante, como ocurrió tras su más reciente gol ante el Valencia, como visitante, en la Liga de Campeones, donde el mexicano hizo el único gol del partido y dio el triunfo a su escuadra escarlata, apenas a los ocho minutos de haber entrado como cambio.
Mientras que el capitán azteca, nuestro coterráneo Patricio "Pato" Araujo,sigue en las filas del Rebaño Sagrado del Guadalajara, con algunos altibajos, pues si bien tras el Mundial Juvenil y su coronación ante los brasileiros, se hizo de la titularidad en Chivas, donde también resultó campeón.
Hay otros elementos, como el portero Sergio Arias y el delantero César Villaluz, quien a pesar de tener muchas cualidades y hacer concebir esperanzas entre los aficionados de sus equipos, no terminan por dar el estirón final y siguen ahí, flotando en el limbo futbolístico.
De cualquier forma, los mexicanos podemos recordar y volver a disfrutar aquella hazaña de este grupo de jóvenes mexicanos, que hace cinco años nos dieron la que ha sido sin dudas, la más grande satisfacción deportiva en materia de futbol, tal vez sólo equiparadas con las medallas obtenidas en Juegos Olímpicos y Campeonatos Mundiales por un selecto grupo de deportistas aztecas, por citar algunos Raúl González, Ernesto Canto, Carlos Mercenario, El Sargento Pedraza, Ana Gabriela Guevara, Iridia Salazar, o los exitos que individualmente o por equipos lograron Julio César Chávez, Fernando Valenzuela, Hugo Sánchez y Rafael Márquez.
"2 de octubre no se olvida" sigue vigente por aquella matanza de estudiantes mexicanos en Tlatelolco, por ese inigualable hazaña de los futbolistas juveniles mexicanos en el Mundial de Futbol Sub-17 en Perú... y también porque un 2 de octubre murió en su natal Comala, rodeada de sus hijos, nietos y bisnietos, mi amada abuelita María Jesús Figueroa viuda de González. 2 de ocubre no se olvida, ni duda queda.
Pepe Naranjo
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