COMALA, COL. 24 Abril 2011 (ACPE).- La ex presidenta municipal Rosa Ramona Ortega Salazar hizo un público reconocimiento al Grupo Comala y agradeció de manera especial a sus presidentes colegiados Francisco Montes Fuentes, José Armando Naranjo González y Jorge Carrillo González, por el respaldo que siempre le han brindado, lo anterior durante la ceremonia realizada hoy en el jardín principal del "Pueblo Blanco de América y Mágico de México", en la que el Ayuntamiento que preside el alcalde Sergio Agustín Morales Anguiano le entregó la presea como "La Mujer Comalteca del Año".
A continuación, el mensaje íntegro pronunciado por la educadora Rosa Ortega Salazar -distinguida integrante del Grupo Comala-, en este acto solemne realizado en el marco de la "Feria Turística, Artesanal y Gastronómica del Pan, Ponche y Café Comala 2011":
"Con el permiso del honorable presidium, encabezado por nuestro estimado presidente municipal de Comala, el Ing. Sergio Agustín Morales Anguiano.
Cuando el señor presidente me comunicó en un encuentro casual los planes que tenía para efectuar este reconocimiento, mentiría si les dijera que me sentí merecedora, pero al paso de los días llegué a la conclusión de que aceptaría por dos razones:
La primera, porque el nombre que lleva nuestro entusiasta presidente, se lo debe a su tío abuelo Agustín Valencia Bravo, en cuyo hogar crecí y en el cual me enseñó y transmitió su gran amor a este hermoso “Pueblo Blanco de América y Mágico de México” que lo vio nacer, y que también me enseñó a decir malas palabras.
Cómo no recordar esta escuela primaria “Benito Juárez” donde aprendí mis primeras letras, este amado templo de San Miguel Arcángel donde celebré mi primera comunión y mis quince años (no hace mucho tiempo), este hermoso jardín donde con mis amigas de toda la vida: las Valencia, las hermanas Lupita, Estela e Hilda González Figueroa, Carmen Fuentes, Sonia Luna, Yani, Tichi, le dábamos innumerables vueltas buscando el alma gemela que nunca encontré, pero que el señor me compensó con la reconfortante tarea de cerrar los ojos de mis padres y tíos.
Los recorridos a la Escuela Secundaria número Uno, en camionetas proporcionadas por particulares que nos llevaban a temprana hora, a los que ahora son respetables maestros jubilados: Ventura Valencia, Salvador Cortés, Gildardo y Humberto Valencia, Socorro Montes y Sonia Luna.
Posteriormente, la Escuela Normal de Educadoras y el ejercicio de 37 años de magisterio en diferentes jardines de niños de nuestro estado, participando además en el Comité de Construcción del Jardín de Niños de Comala, donde presté mis servicios durante diez años.
Inicio en 1978-1980 mi intervención en política como regidora del Ayuntamiento durante la administración del entonces presidente municipal, el profesor José Jorge Carrillo González, entusiasta deportista y maestro de educación física, a quien debemos la creación de la unidad deportiva “Mary Villa Montero”, que ha sido disfrutada por miles de niños, jóvenes y adultos durante todo este tiempo.
Sigue la invitación que me hace mi partido (el PRI), junto con el apoyo de nuestra inolvidable primera gobernadora, la maestra Griselda Álvarez Ponce de León, para participar en la candidatura para la Presidencia de nuestro querido municipio, que junto con el voto de los comaltecos llegué, teniendo la fortuna de pertenecer al equipo de trabajo de esa extraordinaria mujer, que fue Griselda Álvarez.
Viene a mi memoria en mi campaña la gran disposición de mi equipo, en donde mi buen amigo Crescencio González nos conducía a todos los rincones de este hermoso municipio; ese es el segundo motivo por el cual acepté este reconocimiento.
Agradezco a las autoridades municipales que hayan pensado en mí, porque nuevamente estuve rodeada de jóvenes entusiastas y entregados al trabajo, comenzando con la contadora pública Josefina Robles Pérez de inolvidable memoria, encargada de las finanzas, tan intachable como siempre en todos sus actos.
Manolo Pulido Chávez, secretario del Ayuntamiento, con su don de gentes y característico buen humor. Porfirio Campos, encargado del aseo de la cabecera municipal, con un solo camión. Pedro Zamora, con su entrega total a todas las tareas encomendadas. Juanito López Rodríguez con su responsabilidad, buscando el lado amable al manejo del rastro municipal.
Salvador Salcido, el siempre responsable comandante, así como su segundo de a bordo, Layo, un zacualpeño muy estimado, que en su reporte de los domingos cuando se descansaba, me informaba por teléfono: “No hay novedad, maestra, sólo El Chorizo traiba un cuete que se caiba, pero ya está encerrado, usté descanse”.
Cómo no incluir en estos recuerdos a los licenciados Miguel y Rigoberto Salazar Velasco, que me hacían llevaderos los ratos amargos, pues también los hubo.
El primero –Miguel- Juez de lo Civil y encargado de los eventos culturales y demás, mientras que Rigo (nuestro actual diputado local) en la presidencia del PRI Municipal, entusiasmado siempre en las tareas partidistas, fundando con la señora Amelia Aguirre la colonia “Francisco Ramírez Villarreal”, también conocida como del PRI, con el apoyo del Gobierno del Estado, donde se dotó a los solicitantes de lotes con servicios y escrituras, mientras que en la colonia “Cuauhtémoc” esa tarea la desempeñó nuestro incansable compañero José Covarrubias.
Lugar especial merece nuestra estimada señorita Elisa Salazar Zamora con su espléndido equipo de trabajo, cumpliendo de manera eficiente con todo lo que correspondía a su noble labor como presidenta del DIF Municipal Comala.
Un recuerdo también muy especial para mi síndico Refugio Rocha (que en paz descanse) y mis regidores. Hugo Fierros en Obras Públicas recorriendo los lugares encomendados para su inspección.
Para mis representantes en las comunidades, también mis recuerdos afectuosos: Eusebio Cuéllar Altamirano -el buen Chebio- en La Yerbabuena, Pancho en La Becerrera, Cheo en Suchitlán, Toño en Cofradía, mientras que en Zacualpan nuestro malogrado líder Ramón Velásquez y Vicente como sucesor; Jesús en Lagunitas; y en todas partes respeto y afecto.
Nuevamente gracias, señor presidente municipal Agustín Morales y autoridades que me permitieron recordar a estos colaboradores tan estimados y mis agradecimientos a mis compañeros presidentes de esa época en sus respectivos municipios: Carlos Salazar Preciado (en Colima) y Ramón Preciado Ramírez (en Coquimatlán), que cumplimos las tareas que nos encomendaron quienes votaron por nosotros.
Mi reconocimiento a la maestra Mercedes Ballesteros Silva, la segunda presidenta municipal en el Estado de Colima, que nos abrió brecha para que las mujeres llegáramos a las alcaldías y puestos de elección popular, como la ciudadana Imelda Lino Peregrina y la educadora Ana Cecilia Rodríguez López.
A mis compañeras maestras de larga carrera magisterial, a mi hermana Chuy, a mis familiares Ortega y Salazar, y especialmente a mis compañeros del Grupo Comala, encabezados por los entusiastas presidentes colegiados de esta distinguida organización: Jorge Carrillo, Francisco Montes y Pepe Naranjo, gracias por su presencia. Tengan la seguridad que Comala siempre está en mi corazón.
¡Muchas gracias y que viva Comala!
Cuando el señor presidente me comunicó en un encuentro casual los planes que tenía para efectuar este reconocimiento, mentiría si les dijera que me sentí merecedora, pero al paso de los días llegué a la conclusión de que aceptaría por dos razones:
La primera, porque el nombre que lleva nuestro entusiasta presidente, se lo debe a su tío abuelo Agustín Valencia Bravo, en cuyo hogar crecí y en el cual me enseñó y transmitió su gran amor a este hermoso “Pueblo Blanco de América y Mágico de México” que lo vio nacer, y que también me enseñó a decir malas palabras.
Cómo no recordar esta escuela primaria “Benito Juárez” donde aprendí mis primeras letras, este amado templo de San Miguel Arcángel donde celebré mi primera comunión y mis quince años (no hace mucho tiempo), este hermoso jardín donde con mis amigas de toda la vida: las Valencia, las hermanas Lupita, Estela e Hilda González Figueroa, Carmen Fuentes, Sonia Luna, Yani, Tichi, le dábamos innumerables vueltas buscando el alma gemela que nunca encontré, pero que el señor me compensó con la reconfortante tarea de cerrar los ojos de mis padres y tíos.
Los recorridos a la Escuela Secundaria número Uno, en camionetas proporcionadas por particulares que nos llevaban a temprana hora, a los que ahora son respetables maestros jubilados: Ventura Valencia, Salvador Cortés, Gildardo y Humberto Valencia, Socorro Montes y Sonia Luna.
Posteriormente, la Escuela Normal de Educadoras y el ejercicio de 37 años de magisterio en diferentes jardines de niños de nuestro estado, participando además en el Comité de Construcción del Jardín de Niños de Comala, donde presté mis servicios durante diez años.
Inicio en 1978-1980 mi intervención en política como regidora del Ayuntamiento durante la administración del entonces presidente municipal, el profesor José Jorge Carrillo González, entusiasta deportista y maestro de educación física, a quien debemos la creación de la unidad deportiva “Mary Villa Montero”, que ha sido disfrutada por miles de niños, jóvenes y adultos durante todo este tiempo.
Sigue la invitación que me hace mi partido (el PRI), junto con el apoyo de nuestra inolvidable primera gobernadora, la maestra Griselda Álvarez Ponce de León, para participar en la candidatura para la Presidencia de nuestro querido municipio, que junto con el voto de los comaltecos llegué, teniendo la fortuna de pertenecer al equipo de trabajo de esa extraordinaria mujer, que fue Griselda Álvarez.
Viene a mi memoria en mi campaña la gran disposición de mi equipo, en donde mi buen amigo Crescencio González nos conducía a todos los rincones de este hermoso municipio; ese es el segundo motivo por el cual acepté este reconocimiento.
Agradezco a las autoridades municipales que hayan pensado en mí, porque nuevamente estuve rodeada de jóvenes entusiastas y entregados al trabajo, comenzando con la contadora pública Josefina Robles Pérez de inolvidable memoria, encargada de las finanzas, tan intachable como siempre en todos sus actos.
Manolo Pulido Chávez, secretario del Ayuntamiento, con su don de gentes y característico buen humor. Porfirio Campos, encargado del aseo de la cabecera municipal, con un solo camión. Pedro Zamora, con su entrega total a todas las tareas encomendadas. Juanito López Rodríguez con su responsabilidad, buscando el lado amable al manejo del rastro municipal.
Salvador Salcido, el siempre responsable comandante, así como su segundo de a bordo, Layo, un zacualpeño muy estimado, que en su reporte de los domingos cuando se descansaba, me informaba por teléfono: “No hay novedad, maestra, sólo El Chorizo traiba un cuete que se caiba, pero ya está encerrado, usté descanse”.
Cómo no incluir en estos recuerdos a los licenciados Miguel y Rigoberto Salazar Velasco, que me hacían llevaderos los ratos amargos, pues también los hubo.
El primero –Miguel- Juez de lo Civil y encargado de los eventos culturales y demás, mientras que Rigo (nuestro actual diputado local) en la presidencia del PRI Municipal, entusiasmado siempre en las tareas partidistas, fundando con la señora Amelia Aguirre la colonia “Francisco Ramírez Villarreal”, también conocida como del PRI, con el apoyo del Gobierno del Estado, donde se dotó a los solicitantes de lotes con servicios y escrituras, mientras que en la colonia “Cuauhtémoc” esa tarea la desempeñó nuestro incansable compañero José Covarrubias.
Lugar especial merece nuestra estimada señorita Elisa Salazar Zamora con su espléndido equipo de trabajo, cumpliendo de manera eficiente con todo lo que correspondía a su noble labor como presidenta del DIF Municipal Comala.
Un recuerdo también muy especial para mi síndico Refugio Rocha (que en paz descanse) y mis regidores. Hugo Fierros en Obras Públicas recorriendo los lugares encomendados para su inspección.
Para mis representantes en las comunidades, también mis recuerdos afectuosos: Eusebio Cuéllar Altamirano -el buen Chebio- en La Yerbabuena, Pancho en La Becerrera, Cheo en Suchitlán, Toño en Cofradía, mientras que en Zacualpan nuestro malogrado líder Ramón Velásquez y Vicente como sucesor; Jesús en Lagunitas; y en todas partes respeto y afecto.
Nuevamente gracias, señor presidente municipal Agustín Morales y autoridades que me permitieron recordar a estos colaboradores tan estimados y mis agradecimientos a mis compañeros presidentes de esa época en sus respectivos municipios: Carlos Salazar Preciado (en Colima) y Ramón Preciado Ramírez (en Coquimatlán), que cumplimos las tareas que nos encomendaron quienes votaron por nosotros.
Mi reconocimiento a la maestra Mercedes Ballesteros Silva, la segunda presidenta municipal en el Estado de Colima, que nos abrió brecha para que las mujeres llegáramos a las alcaldías y puestos de elección popular, como la ciudadana Imelda Lino Peregrina y la educadora Ana Cecilia Rodríguez López.
A mis compañeras maestras de larga carrera magisterial, a mi hermana Chuy, a mis familiares Ortega y Salazar, y especialmente a mis compañeros del Grupo Comala, encabezados por los entusiastas presidentes colegiados de esta distinguida organización: Jorge Carrillo, Francisco Montes y Pepe Naranjo, gracias por su presencia. Tengan la seguridad que Comala siempre está en mi corazón.
¡Muchas gracias y que viva Comala!